El cielo cerraba sus párpados y en el inmaculable sol medio y luna creciente vi venir una lluvia inminente, y pensé - El techo del mundo esta llorando con demasía tristeza. - Y a Dios le pregunte -¿Por qué lloras? - Y con estruendo destello respondió. - Por el orgullo y el ego. - Llorar por llorar por las calles meseando niños muertos que de una putrefacta hambre e injusticia pasaban al olvido aunque nunca nadie se acordaba de sus agonías. Llorar por llorar por las guerras en Ihsim que no permitían la visualización objetiva de los astros que en su espacioso reflejo acaricia. Llorar por esos arboles talados que ya no purifican y su ausencia nos asfixia. Llorar por llorar, llore, y el mundo llora también.
Ojala así lloraran los políticos corruptos visitando los barrios marginales que se pudren por su avaricia, ojala así llorara la inconsciencia de los que insensatamente traen hijos al mundo y no son dignos de llamarse padres. Ojala así lloraran esos tantos vendedores de fe que van y se contradicen en la retorica de sus palabras. Ojala así llorara el asesino la sangre y el respirar del alma que tiro a callar. Quizá si así lloraran los que se pudren en maldad, pusieran la tierra fértil de los campos a propagar buena semilla. Llorar por llorar llore, y el mundo llora también.