Los recuerdos hoy duelen más
Que los clavos de Cristo, ¡ay!
Más que una corona de espinas
Y mucho más, que 40 latigazos.
No hay sufrimiento más vil e infame,
Que sufrir por un amor que se dejó morir.
No son tres días de duro padecer, son ya
Diez años y aún tú me causas dolor, abeja.
Yo mismo me condené a quererte, por la
Eternidad y fiel a mi palabra cumplo con
Lo prometido. ¿Qué brazos rodearán tu cuerpo?
Mas yo aquí, solo, vivo cumpliendo mí condena.
Tú volaste en busca de la miel, porque de mí
Solo conseguiste beber hiel, te comprendo
Y me resigno. ¡Qué caro estoy pagando por
Ofrecerte el corazón y no haberlo cumplido!
Delalma
12/08/2020