Vuela con giros de abanicos esa mariposa multicolor
amarillo y azabache, diseño principal de frágiles alas
al concluir su metamorfosis de gusánica crisálida.
Busca la bailarina, la presunción de flores nectarinas,
flora del celo pradial en el aromático bosque de atractivos pistilos.
Cuando de polen se impregna con rítmica liviandad aeróbica,
tremola por memoriosa coreografía, evocación de mi niñez:
¡Terrible recuerdo! pretender abatirla a golpes de cicuta.
Allá vas admirada mariposa hacia otro almácigo natural
no siendo la gula feroz la razón de tu bitácora alada
que solo viajas cargada de cósmica energía inconclusa,
reproductora penitente del pactado amor instintivo
libando desde millones de años, darviniana evolución.
¡Mira el estambre de esa rosa! Santo Grial en silvestre comunión,
futuros y perfumados rosales de cromática eternidad.
Analogía también de los humanos, mariposas terrícolas
lanzando adictos pólenes en pos de bípedas corolas,
necesario receptáculo de nuestros destinos paternales
que replican el instinto conservante de las leyes de la Vida
….o acaso el efímero placer de gemidos y encantos libidinosos.
Importará o no la diferencia conductual por nueve lunas
si cantan dulces violines la anunciación del ventral crecimiento
… sacra concepción en el ardiente primer día de inolvidable novena,
acogida triunfal en glorioso encuentro nupcial, espermático y ovárico.
¡Gloria a la mariposa voladora, negra y amarilla!
¡Gloria al amor de los amantes, plenos de la Gracia divina!