Alfredo Saez

-La Mariposa venusina-

 

Vuela con giros de abanicos esa mariposa multicolor
amarillo y azabache, diseño principal de frágiles alas
al concluir su metamorfosis de  gusánica crisálida.
Busca la  bailarina, la presunción de flores nectarinas,
flora del celo pradial en el  aromático bosque de atractivos pistilos.
Cuando de polen se impregna con rítmica liviandad aeróbica, 
 tremola  por  memoriosa coreografía, evocación de mi niñez:
¡Terrible  recuerdo! pretender abatirla a golpes de cicuta.

Allá vas admirada mariposa hacia otro almácigo natural
no siendo la gula feroz  la razón de tu bitácora alada
que solo viajas cargada  de  cósmica energía inconclusa,
reproductora penitente del pactado amor instintivo
libando desde millones de años,  darviniana  evolución.

¡Mira el estambre de esa rosa! Santo Grial en silvestre  comunión,
 futuros y perfumados  rosales de cromática eternidad.
Analogía  también de los humanos,  mariposas terrícolas
lanzando adictos pólenes  en pos de bípedas corolas,
necesario receptáculo de nuestros destinos paternales
que replican  el instinto conservante de las leyes de la Vida
….o acaso el efímero placer  de gemidos y  encantos libidinosos.
Importará o no la diferencia  conductual por nueve lunas
si cantan dulces  violines la anunciación del ventral crecimiento
… sacra concepción en el ardiente primer día de inolvidable  novena,
acogida triunfal en  glorioso encuentro nupcial, espermático y ovárico.
¡Gloria a la mariposa voladora, negra y amarilla!
¡Gloria al amor de los amantes, plenos de la Gracia divina!