No sé qué deje atrás,
que me quedó sin mirar.
hoy el sol me besa la frente,
atrás, la luna se estremece.
No sé sí olvidé algo,
qué dejé sin acariciar,
hoy el viento me ensalza,
refresca y matiza la calma.
Recorro mi camino,
clavando halos en mi destino,
con suspiros y sosiego,
sintiendo algo sellado y quieto.
Revolotean en mi recuerdo,
figuras de letras y formas,
que se alejan en silencio,
si las miro con el pensamiento.
Voy dejando estelas de brisa,
afán, de llenar recodos
por si consigo recordar,
el vacío donde me ahogo.
Plena de languidez y daño,
camino midiendo los pasos.
Ansias de abrazar ese daño,
que en el tiempo, quedó olvidado.
Ana Barroso Molina