Laura Cordero

CRUEL

CAMINABA DESCALZA, AVERGONZADA

UN POCO DESAPASIONADA,

CON EL ALMA AGOTADA.

DESALENTADA Y DESCONSOLADA.

 

SE LABÓ LA CARA Y ENFRENTÓ LA VIDA,

SE PELEÓ CON MILES POR SER DEFENDIDA,

SE DESNUDÓ EL ALMA Y MOSTRÓ SU HERIDA,

ENTONCES COMPRENDIERON PORQUE,

ESTABA CONFUNDIDA Y ESTREMECIDA.