Hay un haiku en su boca,
en su boca poema,
y un soneto en sus ojos
con un suave verdor.
Un papel es su cuerpo
que recorren mis lápices
sin escribir un verbo
ni en su espalda un renglón.
En la prosa de sus piernas,
largas,
finas,
esbeltas;
desarrollo mi estilo, me permito extensión.
y se abre un paréntesis
que contiene mi savia
de poeta que acaba
su poema mejor.