NUESTROS CUERPOS
Nuestros cuerpos silentes
son ríos de ternura,
esos mismos que afloran
de la sutil locura.
Son gaviotas que irrumpen
en un cielo vedado,
y un volcán de emoción
en el lecho anhelado.
Son batalla, son guerra,
y al mismo tiempo paz,
son la espuma que duerme
cuando se marcha el mar.
Son la lluvia perpetua
que en el techo golpea,
son el ir y venir
de todas las mareas.
Son sabores y aromas
son piel hecha jirones,
son caricias y besos
que surgen por montones.
Son el viento que choca
contra árboles y ramas,
son encuentro furtivo
que se envuelve entre llamas.
Son raíces atadas
que desafían el tiempo,
que se cierra impasible
con un nudo secreto.
Son sitial del deseo
que se desborda en ansias,
en ese amante ocaso
que no mide distancias.
Son relámpago y rayo,
tormenta interminable,
remolino irascible
temblor inagotable.
Son estrellas cautivas
en un cielo perdido,
son cometas que viajan
con un mismo destino.
AB JORGE LUIS MURILLO ESTRADA
04-06-2.010