Hay evidencias de nuestros pecados y desdenes sobre la sabana... Muestra de que nos amamos sin remedio, Residuos de un amor repleto de pecados, de lujurias y perversiones.
Susurros y gemidos junto a la almohada. Hay evidencias de lo que ayer hicimos al alba... De aquel momento en que nos desnudamos sin calma... Ese fugaz instante en que nuestros labios congelaron al infierno y la gloria y el placer asemejaban nuestros nombres.
El silencio de aquella pieza fue testigo... De ese momento en el que a besos desnude a tu ombligo. Hay evidencias de aquel instante en que nuestras manos enlazamos...
Hay evidencias de que sencillamente ¡nos amamos!