Me perdí en aquella suave llovizna
donde negué a la línea recta
no necesité de alas
como alguna vez me susurraron las aves.
Me perdí en aquella suave llovizna
y me di cuenta que se puede volar
aún sin alas y con lluvia.
Me perdí en aquella suave llovizna
en esta avenida con nubes de plomo
yo: un pasajero temporal.
Me perdí en aquella suave llovizna
sin creer en el milagro
pero ahora que veo la marca
en la roca
y en algo más
soy fiel peregrino
que no se inmuta por la espina del sendero
yo: un pasajero temporal.