Ya no queda en la tinta,
Ni un pedazo de alivio,
El papel se me acaba,
Terminando el cuaderno
Donde garabateo
Hasta quedarme tuerta.
La paciencia se ahonda
Entre mis manos torpes,
La pluma que se cae
Se quedará en el suelo
Esperando tranquila
Que alguien la levante
Sin paz ni retoque
Al terminar la noche.
El comienzo del día
Me lleva hasta el camino,
Con animales, con plantas,
Con flores congeladas,
Con rosales heridos
Por un frío espantoso,
Mientras que las avispas
Que volaban contentas
Y me mortificaban
Hace una par de semanas,
Se fueron al panal
A pasar el invierno
Esperando dormir
Hasta la primavera.