Yo te quise desde siempre,
desde el aura hasta el ocaso,
desde el día en que naciste
yo te amaba intensamente,
de una forma fantasiosa.
Presumía que existías
Y por eso te esperé…con paciencia.
Y tu llegaste justo a tiempo,
en el instante más preciso,
a la hora pertinente…
espantando de mi ser la soledad que me asechaba.
Y yo te amé con rapidez,
y fue un error amarte así…
de esa forma atolondrada.
Amé tú sombra con porfía…
apresuradamente,
y caí en la trampa de tus ojos caprichosos
que miraban con astucia.
Me rendí a la tentación de tus labios deliciosos
que excitaban mis deseos.
Y yo amé tu dulce voz angelical que me enredaba,
y tu piel que quemaba como el fuego impetuoso.
Así te amé ingenuamente,
y fui presa de tu engaño seductor,
de tus palabras mentirosas.
Naufragué en el mar de tu tormenta,
en tus aguas más profundas,
y mi cielo se nubló inesperadamente.
Te vi huir de mi paisaje…
en la brisa del encono,
y te alejaste inalcanzable.
Yo te amaba como un loco…
excesivamente,
por la culpa de tus besos placenteros
que tan solo concebí de esa boca dulce y roja,
por tu andar pecaminoso
que tentaba hasta tu sombra.
Yo te amaba en el aroma desbordante que regabas
al pasar por mi delante…
siempre esquiva…
inaccesible…
y arrogante…
Yo te amé alguna vez cuando era joven,
en una tarde muy lejana…imaginaria.
Y fue un engaño…no fue cierto.
Solo fue una fantasía de mi mente.
Un deseo ilusorio de mi tonto corazón.
No llegaste a nuestro encuentro…
me cansé de esperarte
y no te culpo…
quizá nunca te enteraste.