Delante de tu faz de ojos vendados
bombeo una romántica piñata
rellena de un sentir que desbarata
la paz a mis latidos enclaustrados.
Pretenden escaparse, desbocados,
si rompes la prisión que allí los ata
atentos y a la espera de que, grata,
liberes mis rubores hechizados.
Inmune a lo que exponen los ignoras
y ciega, sus regalos, ves distante
ajena a mis pesares y desvelos.
Al sueño que persigo lo atesoras
ansiando mi piñata, a cada instante,
que logres descubrir sus caramelos.