"De las generaciones de las rosas que en el fondo del tiempo se han perdido,
quiero que una se salve del olvido,
una sin marca o signo entre las cosas
"
Borges (1)
Lejos, muy lejos de la sombra
donde el sol baja y besa la tierra yerma
y el polvo de esa tierra presta sus caricias
para agravar la tristeza de la hora
y como instrumentos de un alma penitente
pincelan el ambiente agreste
impregnando sus huellas a la vegetación enmudecida
inmóvil e inflamada,
como caricias ardientes,
como besos cenicientos,
y penas que avanzan
sobre los terraplenes súbditos del sol.
Y en el ardiente sopor
árboles que enfrentan al viento
sin importarles la curva que les imputará el tiempo
imploran mas sol, mas besos calientes
y desafiando las cúpulas amarillas
enfrentan la furia del estío
que se empeña en deshacer las huellas
de cualquier caminante.
Un sopor amarillo hinca las piedras
con infame pasión hiriente
mientras reflejos de bronce
se mueven a la distancia
como tornillos clavando en el cielo un pálido tapiz.
Solo reverdecen los cujíes
a la par de los cardones y tunas
que engrosan su tronco
por sus reservas mezquinas de agua
creándose un silencio airado en medio del reposo verde
de hojas calladas
cifra de la resistencia vegetal que no implora
de la lluvia su abanico.
Como en una alegoría de Jiménez (2)
El cielo plateado engendra una nube plomiza
para que desde la mas libre altura
y en su ancha plenitud
una nube de agua pura vierta sus verdines
y el sol dore el río mientras las hojas secas se van.
Y donde no hay rosas ni azucenas
pueda al fin inclinada
una tarde triste y cansada de seguir muriendo
convertirse en arco y flecha
para bajar de la noche
un lucero
en forma de Rosa blanca.
PETALO 1 (
como nace una rosa)
No muy lejos de la monotonía del paisaje,
del callado ambiente seco,
después de un amago de río
y teniendo como fondo los pálidos cuerpos
de la hondonada árida,
cruzando las estrechas trochas
se levanta un pueblecito
de callecitas de almendrón
y casitas de barro prestado
donde no hay cercas para no intimidar a la libertad
y donde el amigo común es solo
el abrazo azul del cielo,
cada vez mas alto y lejano,
y algunas veces manchado por el aletear
descuadrado y capitoso de algunas Mirlas migratorias.
En el dorado suelo de esta tierra exhausta
algunos cardones se alzan
como lanzas de fuego que otean
una humilde casita
donde un 6 de Octubre
cuando es rebozo de primavera en Argentina
aquí era el comienzo de la tregua
de un invierno que hace dos días
en un latigazo destemplado
por el cordón de San Francisco, (3)
y como muestra de un extraño y efímero amor
obsequió el mas furioso beso frío
a esta caliente monotonía.
Dentro de esa casita de solares confundidos
por el adiós de las cigarras resentidas de la temporada,
y por la rara ternura de la sequía
está por ocurrir un acontecimiento
de espuma y germen de ancestros
que servirá de colofón a esta melancolía
agreste y rural
Será el fruto de una manzana dormida
tan ingenua como un CUNDEAMOR silvestre
que flechada por lanzas de urgencias avenidas
de un labrador que llevaba brasas ardientes en sus labios
y en el hueco de sus manos guardaba con esmero
una semilla de batallas,
le pintó en la frente
relámpagos del mediterráneo
y en el desveno de sus escote
colocó fumarolas de buques y navíos
con su carga de huellas que el mar plasmó en arrugas,
brasas que se diseminaron entre los gametos ansiosos
de esta manzana mitad cundeamor mitad carne trémula
y en el buril del orfebre de altares impregnados,
en medio de esta maravillosa fabrica del mundo
una mazorca desgranada en millones de granos dorados:
Resultó en una beatitud mitad flor mitad mujer.
Era un capullo primoroso de fragancias rosales.
La mas pura esencia floral estaba contenida
dentro de este mítico capullo
y en su cuna de nácar y azahares
empezó a crecer viendo a los dioses vegetales
rondando la liviandad de su ser.
Un nuevo aroma llenaba la tierra
y en la patena del labrador hubo ahora
otra inscripción: ROSA CANDELARIA
El cielo amarró sus arreboles
y en un haz de añiles e índigos
le otorgó su mas hermoso y regio AZUL
tan azul como un canto de Neruda,(4)
tan inédita como un milagro de alquimia vegetal
de la pluma de Machado. (5)
Y en sus pétalos de cabellos de ángel
se fueron creando laberintos de frescura y fragancia
como en las ROSAS de Borges
y de inmediato le fueron ofrecidas ofrendas de territoriales existencias.
desde un RODODENDRO de Formosa
con su delicado polen de dioses
hasta la mas ingenua florecita escarlata
de un MASTRANTO común de la llanura,
le brindaron: el primero, sus blancos puros
y la segunda, el apresto vanidoso del criollo carmesí;
hasta que a manera de convite y en zalamera
celebración el vasto Imperio floral del universo terrenal
hizo su aparición con su aljaba pletórica de dones
y en medio de una apoteosis de marcada iluminación
GLADIOLAS y AZUCENAS; DALIAS y GERANIOS
MILENRAMAS Y PENSAMIENTOS
y hasta un trasnochado TULIPAN
encabezaron el cortejo de exaltación;
Una MAGNOLIA y una BELLA A LAS ONCE
junto a una delicada DAMA DE NOCHE
y un imponderable CRISANTEMO rubio;
el anaranjado sensual de un BUCARE CEIBO, así como
las eternas celestinas CAMOMILAS y CALENDULAS y la
Superba del Orinoco la CATTLEYA LABIATA (ORQUIDEA DE MAYO)
trajeron primero sus frescos aires y humildes aromas
de esta tierra grave que cierra todas las noches
su balcón a través de un crepúsculo arrogante
que funge de heraldo jubiloso de un cielo
hoy mas estrellado
y en sus vanas aportaciones a manera de ofertorio
una pureza candida y esplendida se derrochaba por doquier.
Una cascada de profunda sencillez,
tan simple como las dos vocales del primer nombre
de la pequeña ROSA,
le fue otorgada como túnica vistosa.
Un lar repleto de TURQUESAS le obsequió
los hilos de oro que anudaron las primeras
trenzas de su cabellera brillante
y amasando la luna viejas pedrerías con la leche ávida
de un ALAMO enternecido
puso alineadas perlas por blanquitos dientes
en un tímido arrebol que llevaba por boca,
y de inmediato se amplió el ambiente como una sábana
que abría sus puntas y le ofrecía galante
un ánfora de azahares y finas mieles
a esta estrellita de trigales por cabellos,
de ojos melifluos y dientecitos de perlas.
Luego vinieron las otras, las arrogantes:
una VIOLETA IRISH MOLLY junto
a una VERONICA EVELINE
trajeron sus abultados pétalos, una MALVA DULCES DIEZ Y SEIS
encargó su mas caro púrpura y
una PRIMULA POLYANTHUS sus decorativos
ojos dorado y negro
Una TRADESCANTIA SWEET KATE y
una ESCABIOSA NIEBLA ROSADA
ofrendaron sus sentimentales tonalidades pasteles;
hasta su relativa superior la ROSA HIBRIDA DEL TE
con su inconfundible terciopelo negruzco
se avino emocionada,
mientras una HIBISCUS FANTASIA a la par
de la imperial HEMEROCALLIS OJO DE DRAGON
diseñaron su fresco calendario.
Una EQUINACEA ATARDECER junto a una
CAMPANULA ELIZABETH dulcemente ataviadas
trajeron sus trémulos pétalos azules labiados
y sus espatas como azadones cruzados
para con sus enredaderas aletargadas
crearle un arrogante Alcázar de seguridad.
Y hasta la mas imperial de las imperiales,
la IRIS ENSATA AZUMAKAGAMI
se inclinó ante esta prístina y primorosa cosita
que acababa de nacer
luego un celoso NARCISUS apuraba su mas intenso amarillo
para adornar el ambiente que hoy alegraba
los terraplenes de esta comarca
recién bañados por el beso fresco de la lluvia de Octubre.
Continuará