Amigos de verdad
Hay amigos, que duran toda la vida
Unos de piel de cocodrilo, fuertes y de vestimenta aguerrida
Otros de piel de cordero, amables de ayudas compartidas
Amigos de coraza de hierro, de solidez comprendida
Amigos, que arrastran por siempre la fidelidad y la atesoran como escudo
Amigos, que saben sortear tempestades y son testarudos
De soledades, que se adaptan y son valientes y corajudos
Amigos, que se llevan en el espíritu y son de mente concienzudos
Amigos de familia y de sangre, por siempre anhelados y esperados
Amigos del deporte y de barriadas, de anécdotas recordados
De tomatas y de fiestas, de jolgorios de amanecidas y saludos empezados
Amigos del pueblo, de veredas, de gritos alegres escuchados
Aquellos presurosos en las malas, en las negras y morenas
Amigos, que frecuentan conversaciones agradables y buenas
De esos, que están ahí prestos con el antídoto, que otros envenenan
Amigos de saludos y abrazos, de soledades de cuarentenas
Amigos, que siempre llegan y otros que por siempre están
Otros, que se alejan y regresan y otros que nunca volverán
Amigos, que se nos han ido a la eternidad y en las noches con seguridad nos aconsejarán
Otros, que se esconden en la oscuridad y sin linterna nos encontrarán
Otros desde la distancia, que se quieren y se extrañan, por nosotros siempre preguntarán
Hay amigos de rumbas y agasajos, de reuniones y fiestas
De parrandas, de tragos, de abrazos y saludos, que a nadie molestan
Amigos fieles de pensamiento y de actitudes honestas
De esos, que se llevan en el alma y a la maldad contrarrestan
Hay amigos músicos, declamadores de versos, escritores y poetas
Otros, que la inteligencia con prontitud, nuestros llamados interpretan
Amigos viejos y nuevos, recientes de oídos y voces secretas
Amigos de ayer, de antier y de toda la vida, que siempre respetas
Amigos, que nunca dicen que no, y te prestan el uniforme y la camiseta
Amigos incondicionales, que ni las tinieblas y las tormentas inquietan
Amigos, que valen más que el oro y el dinero que la mente imagina
Transparentes como riachuelo, de sus aguas puras cristalinas
Amigos como los míos, que guían y guardan mi sombra y mi camino
Amigos de la vida, amigos de verdad, de andares de posadas de peregrino
Amigos, que nunca nos dan la espalda, ni son miserables ni mezquinos
Alegran la amistad, llenando la estancia, las alegrías de mi destino
Amigos de risas y carcajadas, de oasis, que calman la sed en remolino
Amigos, que nunca se les nota un ápice de melancolía, ni de tristeza
Que siempre irradian sonrisas, de júbilos, de energías y fortalezas
Amigos únicos e indisolubles, indispensables, de Dios, toda su grandeza
Amigos como los míos, que siempre os llevaré y serán por siempre, mi única riqueza
Amigos, que se llevan en el alma y en el corazón con toda nobleza
Amigos de esos, que su presencia se nota en toda la naturaleza
Amigos por siempre, sin manchas, claros en sus ideas y purezas
Amigos, que Dios los puso en nuestro camino, para engrandecer nuestras proezas
Amigos sin intereses, sin apegos, ni secretos por esconder
Con ellos siempre seré el mismo, el de hoy y el de ayer
Mis poesías las arrastra el viento y los amigos las recogerán, sin duda al amanecer
Me llevaré de mis amigos, los aplausos en los albores del atardecer
Le reclamarán a mi tumba y su amistad, tardará en desaparecer
A mis amigos les dejaré mi pensamiento, cuando oscurezca y empiece el anochecer
Amigos por siempre amigos, fáciles de comprender y de entender
Amigos, que se alejan de abrazos y saludos, el brindis de reconocer
Amigos del alma y del espíritu, por siempre han de permanecer
Amigos de esos, que van por la vida, de Dios por siempre, en mi corazón agradecer
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga agosto 01-2020