Escuchas muy atento a lo que digo,
mientras no sabes, cuán atractivo
me parece tu negro humor.
Somos distintos, tan semejantes...
Dos aves que vuelan sin razones,
pero con un millón de motivos…
Somos tú y yo los perdidos
que no desean ser encontrados,
pero se encuentran...
¡¿Y qué más da?!
Si sonreímos al vernos…
O nos dejamos llevar,
como un imán de neodimio.
Tus manos son suaves
pero me saben sostener.
descúbrete en mi piel,
descúbreme también.
En un abrazo mientras me besas
y escuchamos a Sultana...
Hazme creer que el camino
ha remitido la calma.
Por: Tezla Abastida
17/04/2018
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