AMADÍS

ME RESTA VIDA (SONETO)

 

Al marcharte quedé sin esperanza,
como pez te escurriste de mi mano.
Yo quise resistirme, intento vano,
se inclinó de tu lado la balanza.

Pues tu amor, de mi amor, hizo mudanza.
Nunca sabré si pierdo más que gano.
A todo llega el fin, tarde o temprano,
y nos envuelve en su infinita danza.

Mis pasos seguirán otro camino,
quién sabe si a arribar en otro puerto,
sin temer a los hados ni al destino.

Me salvaré de este instante incierto,
pues a sobrevivir, con fe, me obstino,
que aún me resta vida y no ando muerto.