Vivir la vida, no es sólo despertar, alimentarse, trabajar o estudiar, amar y recrearse.
Vivir la vida, contiene muchos más ingredientes, esencias y aromas.
Vivir la vida, entraña hacerlo con mucha conciencia del papel que nos salva y en el que escribimos como salvar al resto.
Vivir la vida, es asumir con calidad la forma en que lo estamos haciendo y consecuentemente, el bien que aportamos y exigimos al recibir.
Vivir la vida, es también hacerlo con dignidad y dignidad no es sinónimo de rancios orgullos.
Vivir la vida, es abrazar firmemente la lealtad, la responsabilidad, el compromiso individual, familiar y social.
Vivir la vida, es tener también la disposición de elegir entre las lentejuelas que sólo vestirán por un tiempo el cuerpo y el sencillo atuendo de algodón blanco para el alma.
Vivir la vida es respetar y respetarse, es cumplir con la palabra empeñada y no fallarnos, ni fallarle a los demás.
Vivir la vida, es también valorar el tiempo propio y ajeno.
Un buen vivir es caminar por nuestro sendero tomando solamente la sombrilla que necesitaremos, sin pensar siquiera en el vulgar y vicioso afán de querer evadir más lluvia de la que cae sobre la cabeza.
La Habana, Cuba
14-08-2020
Isis Marilys Alvarez Silva.