EL camino puede ser tortuoso eso lo sabemos,
nos podemos perder en los laberintos de la vida
y el azúcar saber a sal,
ahí donde la melacolía reina,
la mamá pajáro
llora en el nido vacío
porque le han robado sus polluelos,
llora también el corazón
cuándo le roban sus sueños,
le arrancan sus amores
sus besos sus suspiros
le visten de púrpura
llora se desespera pero no muere
porque siempre espera la primavera.