Cuando una pluma rasga la conciencia
como aquel fuerte impacto de cañones
derribados serán muchos halcones
con cada letra escrita con sapiencia.
La intolerancia contra la paciencia
desborda aniquilando los perdones
y los versos escritos, perdigones
atravesando toda decadencia.
La pluma seguirá siempre escribiendo
osada, fuerte, clara y sin temores
lo que el poeta vaya percibiendo.
Lo que el poeta lleva en sus amores
y con su poesía irá venciendo
malévolos tiranos y traidores.
Escoria de captores,
que asestaron el tiro de escopeta
¿Al gran García Lorca?, sí, ¡Al Poeta!