Carlos Rojas Sifuentes

Poemía (A Lorca y a los que no querían vivir muriendo)

Estoy muy lejos de sentir como Lorca,

el odio ajeno, apagando la luz de su mirada.    

Sufrir como Hernández la tristeza encarnada

que lo consumió hasta enfermar su alma.

Morir de a pocos como murió Machado,

tan cerca de España como del olvido.

 

Estoy tantas veces lejos de ti poesía herida,

que aunque trate de clavarme palabras

en todos los bordes de mi existencia,

no puedo saber qué hay en su agonía. 

Una lejanía que no es de tiempo ni lugar,

sino de comparecencia ante mi destino.

 

La muerte no sabe leer pero hace

de vez en cuando poesía definitiva.

Un poeta ha muerto, mueren a diario

muertos de ausencia y anonimato,

cansados de cargar miserias

y envolverlas en tristes alegrías,

ilusionados en la eternidad

de las pobres letras que dejan.

 

Todos los días nace y muere la poesía,

pero hay quienes no dejan este mundo,

trascienden en sus ofrendas, y viven

para que los demás sigamos viviendo.