Te he soñado tantas veces…
enredada en mis delirios,
y he podido hasta sentir tu transpirar.
En mis sueños te he tendido,
excitada e impetuosa…
invadida de pasión.
Y sin pensarlo hice míos tus momentos…
sin que tú lo sospecharas,
fueron míos tus instantes,
me hice dueño de tus ganas…
y robé tu castidad.
Esa noche,
lujurioso no me pude contener.
Fue un suceso imperdonable
que acabó en aberración.
Me propuse solamente observarte,
me acerque calladamente
a rozar tu tez arcana,
y vi entonces tus contornos tentadores
en perfecta exposición.
Perturbaste mis deseos,
y a pesar de estar nervioso
me arriesgue a acariciarte
con las ansias desbordadas
de atrevido seductor.
No ofreciste resistencia,
y supuse que contaba con total aprobación.
Es por ello que hoy revelo
sin ningún remordimiento
que esa noche fue el inicio
de esta loca obstinación.
He violado muchas veces tu cortés intimidad.
fueron noches demenciales…
de arrebatos y entusiasmos…
sentimientos rebosados,
desmedidos de imprudencia.
Tu dormías cautivante...
recostada sobre el lecho puritano del pudor.
Mi intención fue contemplarte…
y no pude soportar la tentación.
Me venció este bramido de pasiones que enloquece.
Te miré atrevidamente y no pude dominar mi frenesí.
Te hice mía desde entonces,
Y lo haría cada noche…en cada sueño,
sin temor a despertar.