La vida anda tras la alegría robándole sus flores
que siempre son esquivas,
ahuyentando a la tristeza
que quiere cubrirlo todo con su manto de cenizas;
la vida va con la muerte por caminos paralelos
que a veces se entrecruzan;
la vida comienza con el sol y no se acuesta con la luna;
a veces una carga, las más de las veces, pero tiene también sus remansos,
pocos, para que no le agarremos mucho cariño.
Así va la vida, como la tuya, la de éste o la de aquel.