La lluvia susurra
mi añoranza...
Te perdí, en la
mañana temprana.
El tiempo pasa y la
herida no cicatriza.
Ni el vino que ahoga
mis lágrimas
logra saciar mi alma.
Soy vagabundo de
mis sentimientos
que perece entre sueños.
Te Confieso mi duelo
efímero, etéreo
y me muero.