La mañana nos regala
unos pequeños copitos de nieve
tan suaves, tan lentos caen
Tras los cristales de la ventana
en mi tibia habitación
veo cómo se deshace el cielo
silencioso
y mi alma acompaña el evento
y se deshace en recuerdos
recuerdos de nieves pasadas
de fríos que no pudieron borrar los veranos
de ausencias que se desvanecieron
como estos copos en el tejado