LA OTRA VIDA.
Ayer soñaba alegre con el cielo,
donde veía flores y bellezas,
y ahí estaban mis amistades,
que partieron muchos años.
Entre sueños llego un ángel,
que emanaba un brillo sin igual,
le pregunte como has llegado,
si están cerradas todas las puertas.
Yo soy la luz del creador divino y
vengo anunciar el fin del tiempo,
para que los hijos de la Iglesia ,
estén debidamente preparados.
Muerte, no te enorgullezcas,
aunque algunos te hayan llamado,
poderosa y terrible, no lo eres;
porque la otra vida es eterna.
Los mejores hombres se van ahora,
pero renacerán con bríos despùes,
será el descanso de sus huesos y
la liberación de su espíritu hacia el cielo.
¡Hay vida, vida...!