La luz de la memoria y la promesa
que profesa nuestro querer
hoy se hace evidente, aunque esporádico
debido a la distancia que recorre nuestro amor.
Tras aquellos encuentros,
siempre una historia contaremos
sentimientos inefables acompañan nuestras memorias.
Como aquellos días lluviosos
donde la limerencia se hacía evidente
cuando por fin, juntos estábamos.
Mar.