Muere el sol detrás del cerro
cuando mala sombra hube,
más arriba va la nube
dando vueltas como perro
para echarse mientras sube.
Sombra gris dejó el ocaso
desde aquella tarde grata,
cuando al pie de alguna mata
pude ver en cierto caso
mil estrellas de oro y plata.
Quién pudiera leer tu miedo
aunque largues una risa,
hoy la noche cae de prisa
como quien apunta el dedo
hacia donde va la brisa.
Solo espero ver mañana
todo el bien que mana el cielo,
no le pare tanto al celo
pues la luna es muy gitana
cuando asoma sobre el suelo.