Existe ...
lo conocí un día
en esta Tierra
recorriendo tus manos
por vez primera
y mirándome en tus ojos
descubrí el cielo.
Me lo imaginaba tan distinto
emanando luz sin primaveras
caminando ángeles
por donde quieran
y encontré flores y mirlos
debajo de tus cejas.
Descubrí un cielo
sabiendo de tu ausencia
me guardé eternamente
tu mirada...
en mi inocencia.