Cuando sueñes con mi recuerdo,
encontrarás a un lado
de mi café con metáforas,
una pluma impregnada
con mi sangre y pedazos
carbonizados de mis huesos.
Aún quiero contarte mis sueños,
mis alegrías, mis penas
y los \'\'te amo\'\' rastreros.
Duele amar
tus dudosos juramentos,
porque aún está presente el dolor
que agobia mis adentros
y aunque calle mis voces
y aunque apague mis luces
aún así no encuentro el sosiego.
Aún quiero contarte mis cuentos
así tu libro tenga por hojas témpanos,
que más da, si más gélido fue tu desapego
y me acostumbré, porque estaba ciego.
Me hace padecer
tu preámbulo traicionero;
¡Ayúdame a luchar!,
estoy en esa esquina fúnebre
pidiendo un pedacito de tu seno
o dos o tres gotas de tus besos.
No largues tu mirada,
que cada segundo es vital
para mis versos y si lo haces
una metáfora
se desquisiará con mi soneto.
¿Por qué tu ceño tan amargo?,
¿por qué tu burla tan grosera?,
¿por qué?, si yo abracé las candideces
por aliviarte los senderos.
Ya resigné mis ansias,
ansias de querer expresarme
con toda el alma,
este anhelo de querer decirte tanto
y no poder decirte nada,
de volver a los sueños infinitos
a los quebrantos y consuelos.
Está de más decir
que solo soy el pintoresco
y tú eres la oda
que nunca existió en mi concierto.
©El Yarawix