Mi pulso con poemas tranquilizo
capaces de plasmar lo que yo siento
aunados en su fin a un pensamiento
que gracias a estas rimas cristalizo.
Conviertes a mi temple en un chamizo
mirándome, atractiva, hasta con tiento
y queda, mi garganta, la presiento
en medio del pavor que exteriorizo.
Detrás de este soneto yo me escondo
tratando por escrito de expresarte
el ansia que me forjas y me labras.
Cobarde, en tu presencia, no respondo
y sólo, ante un papel, consigo darte
respuestas amorosas con palabras.