jesus alberto porras

La niebla

Para mí eres sustento en los días más inciertos, donde la escuridad llega a cubrir todo. Donde la noche es densa como la neblina y no se mira nada; asi como un barco en alta mar cuando la niebla cubre todo y la tormenta arrecia.

Padre tu provisión se encuentra, pues tu sustento está conmigo en todo momento.
No dejas que mi alma perezca en esos momentos de angustia o de incertidumbre, pues tú calmas mi alma.

Como un susurro en mi oído, en silbo apacible escuchó tu voz. Me dices que tú eres mi proveedor, pues nunca me dejas. Soy tu hijo, la niña de tus ojos, eres el sustento de mi corazón, gracias Señor.