El túnel del tiempo
Con el corazón compungido escribo estas palabras de despedida a un amigo, a un hermano, a un caballero de la vida: William Omar Rojas.
Comenzando la tarde de este domingo, alzó vuelo alto hacia la morada celestial para recibir la paz de El Señor.
Se nos fue un hombre de gran talla humana, con quién tuve el honor de estrechar vínculos inolvidables de amistad bonita, al lado de su querida y honorable familia.
Compartí con William logros excelsos, basados en el bien común y en la justicia social. Su vocación de servicio le brotaba a flor de piel. Era inmanente a su manera de ser. En esa causa noble la familia lo acompañó, en especial su esposa Marlene, su hijo, William Jr. y su hermano Juan. Todos referentes de la solidaridad social en el municipio Independencia, de la Urbanización Rafael Caldera, Piedra Grande y comunidades adyacentes.
A William lo conocí desde las lides del Colegio de Profesores de Venezuela. Allí nació nuestra inquebrantable amistad, pero también el compromiso social y político de defender los derechos humanos del magisterio y de la sociedad en general. Por eso hicimos equipo y trabajamos con denuedo por causas superiores, centradas en las necesidades de la gente.
Cuando ganamos la Alcaldía del municipio Independencia, tuvo un rol protagónico, y asumió, junto a Rafael Mujica, la Dirección de Servicios Públicos, donde realizaron una labor, hasta hoy, insuperable.
Sería injusto que estas palabras fuesen a titulo personal. No. Hablo en nombre de mi familia, del equipo político en donde participo y de las comunidades en donde su obra social se plasmó. Hablo en nombre de los trabajadores de la Alcaldía del municipio Independencia (2004-2008), en donde dejó una huella imborrable. Hablo de esa gente del municipio que lo apreció por su obra y por su manera de ser. Hablo por el Túnel del Tiempo, el lugar emblemático de nuestros encuentros. Hablo por todos los que coincidimos en el espacio temporal existencial de William. A todo evento, interpreto los sentimientos de amistad y familiaridad que supo sembrar.
Antes de la cuarentena lo visitamos. Estuvimos Gualberto Martínez, Vitalia López y mi persona, entre otros. Conversamos y brindamos por la libertad de Venezuela. Fue nuestro adiós. Nuestro último abrazo!
Extendemos nuestras palabras de condolencias a toda su familia. Fe, fortaleza y resignación.
Amigo, hermano, descansa en paz. Nos seguiremos viendo en el túnel del tiempo!