Mi alma llora
porque aunque a solas
sabe te tiene entero
en su conocimiento
sabe que tienes dueña,
papel y tinta dicen
marcados con puño y letra
que estás atado a
un compromiso y
aunque entre sombras
se escuche el grito
torturado que eres mío,
loca se hace la conciencia y
se resiente omitan su razón,
llena de rabia
baja las gradas para
despertar a realidad
quien le discute y
le aconseja acudir a la razón,
pues ella solo considera
la existencia verdadera y
la lleva a reafirmar
su concepto abstracto de
la vida real...
Enloquecidas
por el juego de conceptos
corren dispersas y
las detiene la calma
quien con su quietud
detiene poco a poco su agitación para
controlar sus nervios a la hora
de enfrentarla...
La razón viéndose acorralada
enmudece pero
en su cabeza,
en su capacidad
establece las relaciones
entre ideas y conceptos
dándoles como resultado
sus conclusiones
para que formen un juicio...
Agitada la conciencia y
como loca más lloraba porque
desde un principio
su verdad la atormentaba...
Arrinconada,
regresaba con una sumatoria
afirmando a la realidad:
2+1=3
¡Cuántos sentimientos tontos!
¿Por qué he enmudecido tanto tiempo?
A sabiendas que en el fondo de la
conciencia temporal
hay siempre otro ingrediente:
el sexto sentido
que remojaba a la intuición
que en la cara ponía verdades
dignas de una cinta de película,
en su propia curiosidad la conciencia
sabía qué pasaría mañana...