¿Dónde hallar al hombre
si tiembla como gota de rocío
de brevísimo hilo suspendido
sobre el abismo que lo llama?
¿Se halla acaso recogido
en el punto de luz que mira
escondido en el fondo
de la gastada pupila?
¿O palpita sonoro
rodando en los acordes
de la vida callejera?
Tiemblo al pensar que
quizás se desgrana gota a gota
en los actos cotidianos
sin dejar huella
y sin que nadie
-nadie ni nada-
testimonie su pasar.