La lluvia tersa y sedosa
cayó una tarde de invierno
aplacando aquel infierno
con su frescura olorosa.
Y el agua sobre la rosa
dibujó un color fraterno
en el corazón materno
de una fiel madre amorosa.
Que tierna y dulce está amando
majos capullos en flor
los que siempre está cuidando
Con su alma llena de amor
caminando y trabajando
con esfuerzo labrador.