Matias 01

Aquella noche…

Aquella noche dejaste al agua

llena de sed

en tus labios deshojados;

Bebiste toda la tristeza de mi cuerpo,

a sorbos,

deletreando en mi saliva;

 

¿Sabes porque el agua se evapora

en el húmedo

remolino de tus pies desnudos?

¿Será que desea fluir libremente

entre tus piernas?

 

¿Porque el aire fluye por tu sienes,

resbala y te deja la cabellera

dulcemente peinada

y luego se suelta

aleteando de gozo por tus hombros?

 

Como seduces delicadamente

con tu piel de uva

y tu pecho de manzana;

Como liberas en el aire el deseo

y la humedad del gozo.

¡Y yo te miro mucho,

como un niño hipnotizado

que aprende a contar lunares…!