“Su incómodo hermano, . . . impío.”
Amlo, necesita, urgente,
otro asesor, que lo oriente
a que dé la honesta cara,
midiendo con misma vara.
Las corruptelas ajenas
y las propias, las “morenas”,
en el caso de su hermano
que agarró dinero, insano.
Según los videos filtrados,
esos, por Loret mostrados,
no le dio por publicarlos,
exhibirlos, presentarlos.
Como con films de Lozoya,
que se fue, directo, a la olla,
pidiendo que se enseñaran,
que, al punto, se proyectaran.
En los medios más masivos,
todos, los televisivos;
ahora, no pidió historieta,
según su “razón”, inquieta.
Las transas de un adversario,
son corrupción de corsario,
las de su incomodo hermano
fueron solo apoyo humano.
Aportaciones de gente,
ayudas del diligente
pueblo “sabio”, tan querido,
para su honrado partido.
Pasó lo que ya sabía,
lo que ya, yo, me temía,
de su carnal, el tal Pío,
Andrés, no dijo . . . ni pío.
Hace días, en mañanera,
citó oración tempranera,
dijo que: “el pueblo se cansa,
(puej) de tanta pinche transa.”
Usa de escudo la lengua,
mas, su vergüenza no mengua,
tiene manchado el plumaje,
renegrido, se hace maje.
Esos recursos pa’ Pío,
que resultó tan impío,
son un fruto mal habido,
de donde hubiera salido.
Llámese como se llame,
me parece igual de infame,
si va en bolsas o en costales,
refleja los mismos males.
En la cantidad que sea,
chica o grande, igual es fea,
en lo que se use, es ofensa,
corrupción, bajeza inmensa.
¡Ay, López!, lástima siento,
comparar el movimiento
de esa secta, que es morena,
con revolución, da pena.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 21 de agosto del 2020
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