Ando buscando azúcar para labios,
miel pura para besos,
ternura para brazos.
Ando detrás de una miradas,
de unos ojos dulzones,
de un mimo para cama.
Y ofrezco por dos bellos pezones
latir de corazones
de manos en las palmas.
Yo cambio paciencia
por esmero
firmeza por los peros
y todos los pretextos.
Dejando a la sazón dos simples cosas:
Un vuelo entre las prosas,
belleza en los tequieros.