QUINSONNAS

Empedrado (Soneto)

 

 

 

Curtida por recuerdos amargados

en rocas, a mi piel, has convertido

abrupta y con los poros empedrados

después de la erosión que han padecido.

 

Guijarros de cantera despiadados

mi rostro constituyen desabrido

llorando, sin remedio, desgajados

enfrente de las huellas de tu olvido.

 

Hundiste, tras tu adiós, mi fortaleza

con lágrimas de arena y sinsabores

tallándome un abismo sempiterno.

 

Formaste, con tu marcha, mi corteza;

sillares de peñascos y dolores

labrando, en mis mejillas, un infierno.