Alejandro Vargas

Por mirarte

Tan fresco el mar de tu mirada

cómo ardiente, constante amor,

Comisuras palpitantes, deslindantes

de todo fervor; acumulado en años,

temeroso a la ventura silenciosa. 

 

Iris ardientes, agonías constantes,

desmesura radiante; grandes llaves 

de mi alma.

Hermosos gemelos colindantes,

Siempre tiernos, vivaces, frágiles. 

Resguardo de mi alma, vida y pensamiento,

Semejante a no mirarlos, la muerte.