TODA TÚ.
Tu cabellera es áurea cual oro bruñido,
tu faz encendida como día en arrebol,
tus mejillas carmín cual celaje encendido,
en atenuada tarde al dormir día y sol.
Tu piel alba cual delicado jazmín,
esparciendo aromas que cautivan,
y tus labios de apetencias sin fin,
dogmas de besos que de tu boca derivan.
Y tu sonrisa a veces dulce o mustia,
o tu mirada que despierta o aletarga,
devela dicha… A veces angustia.
Intimo secreto que tu alma embarga.
Tu mirada inquisidora o serena,
crisol de secretos no confesos
y sentimientos nobles o adversos,
saturan tu mente entre dicha o pena.
Tan seductor el carmín de tu boca,
obertura regia de incitantes besos
y tu piel tersa de granito en roca,
ostenta deseos ocultos no expresos.
Magnificada la tesitura de tu voz,
acorde angelical de magnos arpegios,
Sonata danzante en un mundo de dos.
Tú y yo; Entre sentires pulcros y regios.
Y toda tú: En alma, cuerpo y forma,
me eres real sin sortilegio ni dogma.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Agosto 22 del 2020.