Difíciles senderos me trazó el destino
Anduve errante sin saber siquiera
Cuál era mi sino, solo en la jugada
A veces sol, a veces luna, me guiaban.
Por bosques y montañas te busqué
Pero no fue en vano mi andar,
Porque al fin te encontré
Junto a mi alma, era tu anidar.
En esa fantasía chispeante de soliloquios sin par,
Metida entre el arco iris
Con plumas de colibrí
Y alas de mariposa, así te hallé.
Con la voz apagada, en silencio,
Resumías toda la travesía que por ti pasé,
El llanto, la desdicha, todo…
Era dolor…
Pero ya no busco más
Porque sin tenerte… ¡te tenía!
Sin hablarme… ¡yo te hablaba!
Y eras tú, amiga, mi gran amiga… ¡La melancolía!
Delalma
22/08/2020