todos saben que nuestro nacer fue anticipado,
muchos de los que saben de lo nuestro
jamás se dignaron a extendernos la mano;
todos saben de que color es mi quebranto,
todos saben cuando doloroso
es tu agitado llanto.
Esos estúpidos que sollozaron,
al segundo secaron su beatón llanto
e hicieron fiesta cuando ella yacía en el cuarto,
tendida sobre sus odios, envidias y ascos.
Todos volvieron sus vómitos
sobre su esfera desfallecida
aún estando herida,
jamás odio, antes bien amó,
al padre que jamás la quiso tanto
y abrigó a sus hermanos,
aún cuando ellos le daban golpes bajos.
Sabiendo que su cuerpo, la tisis consumía a pedazos,
aún así le daban de puñetazos;
ella no se enmohecio de barro y amó
a quién deliraba muerto por su pasado nefasto.
Ella vivió para los dos;
tú ibas a ser mi princesa y yo tu protector soldado,
tú me darías tu aliento
y yo defendería lo que ella nos había heredado;
todos saben que nuestro presente es distanciado,
muchos hablan de tus alucinaciones
y casi todos de mis demonios encerrados.
Ni lograste ser mi princesa
ni yo logré ser tu protector soldado,
tú estás lejana y yo en el mismo sitio
donde esos perros me ladraron.
No lo niego,
aún me duele
el futuro, tu presente
y mi pasado.
© El Yarawix