En el día una noche que surge
y un poema que nace en la carne
un dolor que hormiguea en los dedos
un cuchillo que escribe con sangre.
Un latir de profundas verdades
de mentiras que hicieron excusas
un romper cañerías y exclusas
para hablar de sentires a mares.
Confesar lo más hondo y lo duro
los rencores,los callos,las rocas
vomitar ese fuego que oscuro
hace diablo la lengua y la boca.
Y sanar y sanar y la pluma
lo liviano del alma y la bruma
despejada en los ojos tan nuevos.
y mirar, ya por fin, a lo lejos:
Horizontes de orillas tranquilas
y tus puertos de brazos seguros.