Soy un barco a la deriva
Soy un barco a la deriva
por el mar de mis pasiones
batallando con razones
contra la ley de tu criba.
No deseo disputarte
en las cosas del amor
pues solo traen dolor
cuando el amor se reparte.
Este amor desenfrenado
que me lleva a la locura
es una inmensa tortura
de un hombre desesperado.
Y siento que me consume
llevándome hasta la muerte
por no dejar de quererte
aunque en tu vida se esfume.
Pretendientes a millares
tienes buena colección
guardados en tu cajón
encerrados bajo llaves.
Yo no quiero ser recuerdo
de un pasado borrascoso,
de un amor partido a trozos
cual los despojos de un cerdo.
Yo prefiero verme preso
en esta cárcel de amores
hasta curar mis dolores
al final de tal proceso.
José Ares