vuelvo a entrar a aquel cuarto vacio
en donde nos amábamos en secreto;
tu me amabas, yo te amaba,
y florecía fecundo el deseo.
aquellos momentos eran mágicos;
cada segundo parecian eternos.
alli no habían vergüenzas ni tapujo,
solo dos cuerpos entregándose por completo.
que hermoso era escuchar tus \"te amo\",
que maravilloso era acariciarte toda;
deseos, un instante soñado,
y nuestras almas fundiéndose en una sola.
pero todo lo bueno se acaba,
todo lo bueno dura tan poco;
¡maldigo esa fatídica mañana
en donde el destino te alejo de mi,
de un minuto a otro!
cierro mis ojos y aun puedo sentir tu dulce aroma,
mis manos recorriendo tu cuerpo,
los delirantes besos de tu boca,
esos que me consumían por dentro.
vuelvo a entrar a aquel cuarto vacio,
y mis ojos los nubla el llanto;
en ese cuarto fuiste mia y fui tuyo,
y la dicha nos cubrio como un manto