QUINSONNAS

Aventurándome (Soneto)

 

 


Viajando por veredas escondidas

no logro distinguirles un camino

e inútil es mi andar de peregrino

delante de unas sendas retorcidas.

 

Incógnitas de rutas denegridas

el paso me lo tornan mortecino

llevándome, confusas, a un destino

de abruptos callejones sin salidas.

 

Estériles me abruman los quebrantos

y observo, nada más, que encrucijadas

iguales en su rumbo todas ellas.

 

Conforman el origen de estos llantos

y en círculos avanzan mis pisadas

dejando, tras de sí, las mismas huellas.