Quizás se caiga la luna
y triste muera la flor;
quizás como ella ninguna
espero, acepte mi amor.
Quizás se enfurezca el mar
y pronto se apague el sol;
quizás me quiera ella amar
dándole aquel girasol.
Quizás cubra la neblina
con su espesura el farol;
quizás la hora matutina
disponga de su arrebol.
Quizás solo esté soñando
y el sueño cause dolor;
quizás me quede esperando
sin poder tener su amor.