“La muerte, ya, . . . nos apremia.”
Amlo, necesita, urgente,
de la más consciente gente,
de un pueblo “sabio”, real,
serio, pensante, formal.
Que, sin cerebral anemia,
transite por la pandemia,
enfrentando los entuertos,
pa’ que no haya tantos muertos.
Sesenta mil, van contando,
se siguen acumulando,
el escenario más cruel,
que predijera Gatell.
¿Catastrófico?, ¡de burla!,
nunca aplanaron la curva,
su estrategia, ha fallado,
solo nos han engañado.
Par de López, incapaces,
ya que, no han sido capaces
de usar simple tapabocas,
por ideas nefastas, locas.
Estamos solos, ¿qué sigue?,
el destino nos persigue,
pues, debemos afrontarlo,
procuremos confrontarlo.
Acatando las medidas
de sanidad más sencillas,
ningún esfuerzo es en vano,
lavarnos mucho las manos.
Usar cubrebocas, bien,
sana distancia, también.
los contagios prevenir,
de casa no hay que salir.
Si no es muy necesario,
de vez en cuando, no diario,
a trabajar o a algo urgente,
a una compra diligente.
El que tenga que salir,
pues, se tendrá que salir
de su hogar, pero, no a fiestas,
ni a tarugadas funestas.
Sé que es muy difícil esto,
mas, sería fraternal gesto;
hago este gentil llamado,
pues, el país está entrampado.
Sin política certera,
económica, financiera,
sin chamba, ya sea por hambre,
o por covid, seremos fiambre.
La situación nos apremia,
dos López, más la pandemia,
ambos son la misma peste,
¿hay quién por éllos apueste?
Solo nos queda cuidarnos,
en fin, solidarizarnos,
tomar muchas precauciones,
rezar nuestras oraciones.
A resguardo de la muerte,
confiar en la propia suerte,
apelando a la fortuna,
mientras llega la vacuna.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 24 de agosto del 2020
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