No podemos soñar con altivas montañas
que somos gente de muy verdes llanuras
exóticas las alturas nevosas, ajenas y extrañas;
edáficas praderas, campos nuestros sin espesuras.
País de vuelos bajos, hoy tanto como antes
de cálidas nostalgias, festejos del agostiño Día,
oratorio pretérito de morriñas de inmigrantes
noche 24 de la etílica, sonrisal y bailarina alegría.
Pero de Einstein ignoramos la Relatividad de su Teoría
temeroso Tiempo nacional en pos de luz y Velocidad,
con muy perezosos indicadores de anciana demografía
¡Uruguayos, nostalgiosos, mansos en vital movilidad!